Viejos marcadores sociales, nuevos enfoques políticos
DOI:
https://doi.org/10.59901/ckvdw469Palabras clave:
Estudios étnico-raciales, Género, ReligiónResumen
Los temas de género, sexualidad, raza, etnia y religión, a menudo llamados cuestiones de identidad, surgieron en el debate público en los países occidentales en la última mitad del siglo XX; Desde entonces, han estado rodeados de polémica. Esta emergencia resulta de la acción colectiva de los movimientos sociales que invirtieron en el diálogo (no siempre pacífico) con el Estado en busca de una solución a sus demandas de reconocimiento y derechos sociales y políticos.Así, los movimientos feministas de la segunda ola lograron dar un nuevo significado a la relación entre lo público y lo privado, denunciando que las relaciones producidas en la esfera privada tendrían fuertes contornos de un proyecto político. A su vez, los movimientos de derechos civiles presentaron formas de presión para combatir las desigualdades raciales y crear una legislación justa. Los movimientos LGBTQIAP+ ganaron visibilidad a partir de la década de 1980 en el contexto de la lucha por los derechos sociales y el respeto a las expresiones de la sexualidad.Sin embargo, este surgimiento de un debate político en la segunda mitad del siglo XX nos llevó a creer que se trataba de cuestiones recientes. De hecho, son marcadores sociales históricos y fundamentales para comprender las relaciones sociales. Y, más aún, como lo defienden perspectivas contrahegemónicas como los estudios interseccionales y los análisis poscoloniales y decoloniales, estos no son meros temas, sino elementos organizadores del mundo. Configuran objetivamente las relaciones sociales estableciendo jerarquías de poder, dominación y prestigio; y, de la misma manera, organizan el trabajo, la educación y otros elementos de calidad de vida, definiendo acceso y exclusión. Por tanto, no es posible leer el mundo sin considerarlo.
Referencias
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